miércoles, 14 de agosto de 2019

Feliz primer "cumplemés" de Rafaelillo

Hoy hace justo un mes que Rafael Rubio volvió a nacer en la enfermería de la plaza de toros de Pamplona. Allí se encontró con la mano salvadora de un equipo médico al que podemos estarle todos agradecidos porque no les tembló el pulso al tomar decisiones tan acertadas en unos momentos tan delicados.

Segundos antes un toro de Miura había herido de mucha gravedad a "Rafaelillo" en la arena del coso pamplonés. La vida del hombre corría serio peligro, en unos momentos tan extremos. Y el torero había pasado a un segundo plano.

Después de dos operaciones el mismo 14 de julio de marras; después de 19 días de hospital vividos muy intensamente junto a su esposa Aki, que le ha acompañado día y noche; después de no poder revolcarse de dolor porque entonces le dolería aún más,... Después de todo esto tan duro y tan amargo que le ha tocado a vivir, todavía le queda largo tiempo para estar recuperado por completo.

De hecho, aún no ha podido comenzar la rehabilitación. Hay que aguardar a que todos los daños hayan sanado, y ese tórax todavía no está curado porque se lo reventó el toro en esas dos aviesas tarascadas con las que le quiso partir el alma.

Gracias a Dios, los milagros existen. Y Rafael sigue vivito y coleando. Pero hay que aguardar, ser pacientes, no tener prisa. La recuperación va a ser lenta. Los doctores le advirtieron desde el principio que de 40 a 50 días de dolores extremos no lo iba a librar nadie.

Cada vez que estornuda, cada vez que tose, cada vez que hace un mínimo esfuerzo, se remueve el esqueleto y las 13 fracturas de costillas se resienten. El calvario que lleva pasado el Maestro Rafaelillo este primer mes de "vida" ha sido intenso, muy intenso.

Este martes, mediante un comunicado de prensa, adelantaba la lógica noticia de que definitivamente no volverá a torear este 2019. Necesita recuperarse al cien por cien para volver a los ruedos en loor de multitudes, en un magno acontecimiento, a la espera de que le brinden la oportunidad que merece por los méritos contraídos durante su ya extensa trayectoria profesional. El toreo está en deuda con "Rafaelillo". Fíjense que creo que todos estamos un poco (o un mucho) en deuda con él.

Todos le queremos mucho, porque es imposible no querer a un tipo como éste. Todos le respetamos, porque es imposible no respetar  un tío que se ha jugado la vida cada tarde, un día sí y otro también, bailando siempre con la más fea. Todos le admiramos, porque es imposible no admirar a quien ha sido capaz de llegar a la cima de toreo por el camino más recto y más verdadero y más cabal.

Rafael, sin duda, está viviendo ya una nueva vida desde el 14 de julio. Ojalá que en los despachos se demuestre un mínimo de sensibilidad y le den -ojo que no escribo que le regalen nada, sino que le den- la posibilidad de "verle" ante otro tipo de toro.

Y ojito, porque el día que se le resbale uno detrás de la muleta doce o quince veces, iba a cundir sorpresa general al comprobar el pedazo de torero que lleva dentro y que no se ha amanerado durante tantos años en pie de guerra ofreciéndoles la muleta a semejantes calafates con la verdad desnuda de quien siempre se la ha "puesto" como si fueran toros buenos.

Ojalá se recupere pronto del todo, y que pueda empezar a hacer vida normal. Todavía le falta un trecho por recorrer bastante extenso hasta llegar a ese punto. Por eso hace falta que siga con la moral alta, que siga siendo fuerte, que siga resistiendo...

Rafael, mucho ánimo y los mejores deseos de todos los que te queremos, te respetamos y te admiramos.

Feliz primer "cumplemés" después de haber vuelto a nacer en Pamplona.

Ponte bueno, pronto.

¡Mucha fuerza!

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