Tarde muy dura para los toreros, que se jugaron el tipo y apostaron por el lucimiento asumiendo con entereza tal vez más riesgo del recomendable, en pos de lograr el triunfo. Y lo consiguieron por encima de una complicada victorinada y, también, de una presidencia mucho más exigente, a la hora de conceder trofeos, que en días precedentes.
Las cuatro orejas que se concedieron correspondían al enorme esfuerzo y mucho mérito de Rafaelillo y Ferrera, pues los pupilos de Victorino Martín, enfibrados, ágiles, descarados de cuerna, alguno corniveleto, vendieron muy caras sus embestidas.
En manos menos expertas, no habrían cabido más que faenas de aliño, a la antigua, sobre las piernas. Pero estos matadores son dos "tigres de Bengala", acostumbrados durante tantos años a triunfar con este tipo de toros, donde no hay inercias, ni embestidas claras, donde no se permiten pasos en falso ni errores.
Rafaelillo pudo sumar un trofeo en su primero, un toro que dijo poco, ante el que se lució en algunos naturales sueltos, primero con la izquierda y después con la derecha. Pero pinchó varias veces.
Poderosa fue la faena a su segundo, un toro que no era fácil, al que hizo un quite por chicuelinas y al que, después, arrancó meritorios derechazos y naturales.
Muy duro se puso el quinto, un toro muy amargo, que se quedaba muy corto y ante el que dio la cara para conseguir la oreja que le abría la puerta grande. Se le pidió la segunda y, en compensación, dio una segunda vuelta al ruedo.
Toreó mucho de rodillas. Saludó a su segundo y a su tercero con sendas largas cambiadas de rodillas y, de esta guisa, igualmente inició la faena al último de su cuenta particular.
Ferrera también es de los que.ve luz donde solo hay negrura y complicaciones.
Con un vistoso saludo a la verónica se sacó a su primero hasta los medios. Parecía que iba a romper el toro, pero acabó desarrollando. Aún así Ferrera se acopló con él, se le pidió la oreja, pero se le negó.
Sí se le concedió en segundo, por una faena muy vibrante y en la que anotó muy buenos muletazos con la mano izquierda y bien rematada con la espada.
Otra más le arrancaría al que cerraba plaza, a base de ir tocando teclas, de andar más listo que el toro para navegar por allí con suficiencia y holgura.
FICHA:
Murcia. Sábado 17 de septiembre de 2022. Corrida de toros. 4ª de Feria. Corrida de la Prensa
Seis toros de Victorino Martín, bajos y muy bien armados, que fueron desarrollando peligro, que acortaron el viaje y buscaron a los toreros.
Pesos: 515, 529, 516, 518, 520 y 492 kilos.
Rafael Rubio "Rafaelillo" (de grana y oro): Silencio tras aviso, oreja y oreja con dos vueltas.
Antonio Ferrera (de blanco y oro): Vuelta, oreja y oreja.
Sobresaliente: Álvaro de la Calle
Media entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario