domingo, 17 de septiembre de 2023

MURCIA. Rejones. Rabo para Ventura en cierre triunfal de la Feria

Diego Ventura cortó una oreja de su primero después de un pinchazo y de un descabello. El toro, con mucho cuajo, tuvo sus teclas, pero Diego había formado la mundial montando a un caballo despojado de la cabezada, que desató al respetable con sus virguerías y desplantes.

Apretó el acelerador Ventura para asegurar la puerta grande en el quinto, que había saltado la barrera de salida. Pero tanto aceleró que no hubo más remedio que concederle el rabo.

Hubo un quiebro inverosímil, que por sí solo valió la tarde, montando a "Nivaldo", un caballo dorado, una fantástica novedad de su cuadra.

Lanzado Ventura y lanzada la faena, aunque el toro rodó por la justeza de fuerzas al clavarle una banderilla corta al violín, tras un pinchazo y rejonazo cayeron los máximos trofeos.

Versión madura de Andy Cartagena mucho más puro  pausado. Sin perder un ápice de la frescura que siempre tuvo su forma de entender el arte del rejoneo.
Todo dando los frentes y con una cuadra en un momento para disfrutar de su mejor versión.

Entendió a la perfección a su primero, que tuvo muchísima clase y perdió las manos varias veces durante la lidia.

Le dio fiesta al cuarto, que adoleció de fuerza y de casta para intentar cotas mayores. Mató de medio rejonazo contrario y dos descabellos para pasear una oreja in extremis.

Lea Vicens estuvo muy bien con el sexto, que barbeó tablas pero rompió a bueno después y ante él la rejoneadora francesa realizó una comprometida labor,  mucho más seria y solvente que la realizada al blando e incómodo primero de su lote.

FICHA

MURCIA. Domingo, 17 de septiembre de 2023. Corrida de Rejones.

Toros de Los Espartales, bien presentados y blandos en general. El mejor, el primero, que también blandeó.

Andy Cartagena: Dos orejas y oreja.
Diego Ventura: Oreja y dos orejas y rabo.
Lea Vicens: Oreja y oreja.

La terna, a hombros.

Tres cuartos de entrada.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

MURCIA 4ª de Feria. Un espectáculo de bravura y de toreo

La movilidad encastada de una gran corrida de La Palmosilla fue el guión de la interesantísima tarde de toros con que finalizaron las corridas de a pie de la Feria de Murcia.

Tanta viveza tuvo la corrida de Javier Núñez que, teniendo las hechuras ideales para una feria como ésta, el triunfo de la terna cobra un valor añadido al de otras tardes de encierros más suavones.

Rafaelillo puso la garra. Recibió a portagayola a su primero, en una manifiesta declaración de intenciones.

Ese primero fue, tal vez, el más incómodo y el más aspero de la corrida, junto con el primero del lote de Fernando Adrián, y Rafael, por pura actitud, le habría cortado una oreja de no haber pinchado.

Se resarció con el cuarto, brindado al ex matador de toros y primera figura en el campo de la fisioterapia y osteopatía, Pepe Soler.

Hacía tiempo que yo no veía bramar al público tanto en un cuarto toro, después de la merienda, en esta plaza.

Rafaelillo anotó pasajes de toreo muy bien ligado que se premió con dos orejas tras una buena estocada.

Fernando Adrián se embolsó tres apéndices. 
Dos del quinto, bajo el apagón parcial de la iluminación de la plaza.

Le recibió de hinojos e igualmente inició así la faena de muleta, con pases cambiados en el centro del platillo de alta tensión.

La faena tuvo brevedad e intensidad, tanto que llegó a recibir un tantarantán que le dejó un ojal en la taleguilla a la altura de la femoral. Mató de un estocada letal y paseó las dos orejas. 

Otra habia conseguido en su primero por una faena menor.

Jorge Martínez bordó el toreo en sus dos turnos. Es cierto que le correspondió el mejor lote y, no lo es menos, que ofreció dimensión de torero hecho y capaz. De torero redondo, en sazón, como si acumulara años de alternativa.

Hizo lo de más clase y lo de más categoria, con capote y con la muleta, a lo largo de dos actuaciones en que estuvo sembrado.

A su primero, le consintió y le entendió a la perfección para enjaretarle naturales vaciados detrás de la cadera. Cortó la oreja solitaria de más peso de la feria.

Y en el sexto, que fue la guinda, una auténtica locomotora de embestir, cuajó una faena de antología. Mató a la primera, pero el toro era tan bravo, que se resistió a doblar.

Se le pidió la vuelta póstuma, mientras Jorge paseó las dos orejas después de un maravilloso espectáculo. El espectáculo del toreo y la bravura.

FICHA
Murcia. 4ª de Feria. 13 de septiembre 2023
Un tercio de entrada.
Toros de La Palmosilla, con movilidad y encastados.
Rafael Rubio "Rafaelillo" (azul noche y oro): Ovación y dos orejas.
Fernando Adrián (blanco y oro), en sustitución de Daniel Luque: Oreja y dos orejas.
Jorge Martínez (sangre de toro y oro): Oreja y dos orejas tras aviso.

martes, 12 de septiembre de 2023

MURCIA 3ª de Feria Roca Rey, un rabo; responde Ureña; y Juli dice adiós

Vídeo cortesía de Toros Sureste / Toromedia Comunicación

Andrés Roca Rey cortó las dos orejas y el rabo del tercero, que fue premiado con la vuelta al ruedo. Que triunfe el peruano, aunque fuera en su reaparición, no es noticia. Sí lo es esa franca evolución que se aprecia en su tauromaquia. Ya lo atisbó en los lances de recibo, muy sosegado y cuidando de no desplazar las embestidas. En esa tónica también anduvo en el cuerpo central de las series, sobre ambas manos, donde hubo toreo largo y cada vez de mano más baja. Y también hubo pasión, como en el quite con el capote a la espalda o en el cambiado de rodilla por la espalda para iniciar la faena en los remates de las ser

El toro de Victoriano del Río tuvo importante fondo de bravura para soportar la alta exigencia de Roca, que siempre le envolvía con su muleta. Estocada desprenda de rápido efecto y máximos trofeos.

En el sexto, aquello tuvo mucho menos nivel. No me refiero a menos garra, ni a que le faltara apuesta al trasteo. Pero al toro le faltó la resistencia de su hermano. Oreja menor.

Paco Ureña respondió cortándole las dos orejas al quinto, un toro al que se acopló desde que cogió la muleta. Templadísimo, madurísimo, redondo y el toro empezó a sacar cosas buenas del fondo del armario.

Qué bien estuvo Ureña que, llegó a abandonarse, a hundirse, a encajarse y arrastrar la mano. Así surgieron varios derechazos, despatarrado. Remató con muy buenos muletazos de rodillas, en redondo, tirando de las embestidas postreras. Mató a la primera y cortó dos orejas con mucha fuerza.

En su primer turno no había tenido opción ante un manso de manual, que entre genio, querer huir y arrollar, suponía un muro insalvable para el lucimiento.

Una tormenta con aguacero al comenzar la primera faena de Juli, pudo impedir un lucimiento mayor, pero no le privó de escuchar algunos de los olés más profundos de la feria. El público de Murcia le habia hecho saludar una gran ovación al romperse el paseillo y le empujaron incondicionalmente para que le diera fiesta al bravo de Victoriano, a pesar de que Juli se puso de verdad y echó la pata adelante. Empujó las embestidas, aprovechando mejor la inercia hacia los adentros, anotando algún muletazo de incuestionable profundidad y la belleza salpicada por el agua. Pinchó antes de una estocada contraria y paseó una oreja, bien pedida desde  debajo de los paraguas.

Con el cuarto, hizo un intento baldío, ante un toro simplón.

FICHA

Martes, 12 de septiembre. 3ª de Feria.

Corrida de toros. Llovió, tronó y granizó durante la primera faena del Juli, se encendió la iluminación incluso.

Lleno.

Toros de Victoriano del Río, el segundo, muy manso; y el tercero, premiado con la vuelta al ruedo.

Julián López "El Juli" (plomo y oro): Oreja y ovación.

Paco Ureña (sangre de toro y oro): Ovación y dos orejas.

Andrés Roca Rey (coral y oro): Dos orejas y rabo y oreja

MURCIA 2ª de Feria EN FOTOS

Resumen gráfico de la segunda corrida de la Feria de Septiembre, con toros de Daniel Ruiz y un remiendo de El Pilar, lidiado en primer turno, en la que Sebastián Castella cortó tres orejas; Alejandro Talavante, dos; y Manzanares fue ovacionado.

Sebastián Castella, en un cambiado por la espalda. Foto: Manolo Guillén 

José María Manzanares, en redondo. Foto: Manolo Guillén 


Alejandro Talavante, en acción. Foto: Manolo Guillén 


MURCIA 2ª de Feria. Probablemente, la faena del año de Alejandro Talavante


Qué gusto da ver a Alejandro Talavante cuando está en vena. Y hoy lo estaba. Además tuvo delante un primer toro que, aunque feote y un punto huidizo, era un dechado de clase, y le permitió explayarse en una faena de esas de veinte pases y locura colectiva.

Tanta verdad, tanta variedad y tanta categoría tuvieron aquellas series, que provocaron el delirio de un público que no atendía a la excepcional técnica del extremeño para sujetar e hilvanar al de Daniel Ruiz.

Había iniciado intercalando pases a pies juntos con cambiados por la espalda, y eligió los terrenos cercanos a la enfermería como los idóneos donde él consideraba que iba a "amarrar" mejor el toro a su muleta.

Amarrar e imantar, porque el toro siempre fue amarrado e imantado, como en un ejercicio de magia.

La traca final, arrucina incluida, y la estocada hasta la bola, algo baja, muy efectiva, aunque el único borrón, no impide calificar la obra como una de las mejores faenas de la temporada de Alejandro Talavante.

En ese estado de gracia, le pegó pases al sexto. Incluso con la misma originalidad en el arranque, flexionando la rodilla. Aunque, esa faena, al lado de la anterior, fue de mucho menor calado.

Muy bien Manzanares con su primero ante el que se calentó mediada la faena y llegó a poner aquello a tono. Faena también de medida justa, que habría tenido premio de haber matado como mató al cuarto, después de un trasteo muy voluntarioso, brindado al tenista, ídolo de los murcianos, Carlos Alcaraz.

Sebastián Castella estuvo muy metido en la tarde desde el primer acto, en que se esforzó ante el remiendo de El Pilar.

El cuarto, de Daniel Ruiz como el resto de la corrida, fue otro toto que humilló con largura tras los vuelos de la muleta del francés, lástima que en el momento más trascendental de la faena, cuando el toro rompió a embestir por el pitón izquierdo, unas rachas de viento fastidiaron el extasis. Remontó por cercanias, mató rápido y limpio y cortó otras dos orejas.

FICHA

Murcia. Lunes, 11 de septiembre de 2023

Segunda de feria. Dos tercios de entrada.

Cinco toros de Daniel Ruiz y uno (1°) de El Pilar, terciados y de buena condición. 

Sebastián Castella, en sustitución de Morante de la Puebla, (blanco y plata): Oreja y dos orejas.

José María Manzanares (burdeos y oro): Ovación y ovación.

Alejandro Talavante (malva y oro): Dos orejas y ovación.

Castella y Talavante salieron a hombros.

domingo, 10 de septiembre de 2023

MURCIA. 1ª de Feria. Exquisiteces de la terna, con buena rúbrica para Ginés Marín

Emilio de Justo, al natural. Foto: Manolo Guillén

Como no funcionaron las espadas, habrá que contarlo, porque entre Emilio de Justo, Ginés Marín -que sustituía a Cayetano Rivera Ordóñez- y Pablo Aguado le habrían cortado a la corrida de Luis Algarra seis o siete orejas.

Así las cosas, Ginés Marín abrió la primera puerta grande de la Feria de Murcia por una actuación rematada con sendas medias estocadas al primer intento; en el segundo de su lote, necesitada además de un descabello.

Destacó por su ambición ante el quinto, donde pisó el acelerador para cortarle una oreja a un toro medio, con su puntito de genio, ante el que había que apostar.

Ginés Marín, en su espectacular arranque de faena. Foto: Manolo Guillén

Pero, donde lució de verdad fue toreando por verónicas a su primero, que se apocó en demasía en el último tercio. Aún así mantuvo el interés durante una faena en la que siempre intentó prolongar los muletazos, consintiéndole mucho y sin dejar de torear para el público también.

Otro que toreó muy bien con la capa fue Pablo Aguado, que realizó dos faenas plagadas de exquisiteces. Lástima que el toro, que tenía buena condición, adoleciera de fuerzas.

Con el sexto bis, volvió a esparcir la sutileza y el aroma de su sevillanía. Se le pidió la segunda oreja, tras una buena estocada. Había perdido la del tercero por fallar reiteradamente con los aceros.

Una antología de bellísimos muletazos firmó Emilio de Justo ante el noble primero. Le molestó el viento, pero la torería y el sabor de la tauromaquia del extremeño sobresalió en una faena -valga la redundancia- sobresaliente. Remató mal con la espada. Fatal. Pero lo realizado con la muleta, sobre ambas manos, y, especialmente, con la mano izquierda, deja poso en la memoria del aficionado.

No pudo resarcirse de trofeos en el cuarto, que debió dañarse en el segundo tercio y había sido absolutamente nulo para el lucimiento.

Por la puerta grande, marchaba en solitario Ginés Marín; pero salíamos de la plaza paladeando el toreo de exquisiteces y, además, la buena tarde de toreo de capa que dieron los tres integrantes de la terna.

Pablo Aguado, a la verónica. Foto: Manolo Guillén

FICHA:

Murcia, 10 de septiembre.

Primera de feria. Menos de media entrada.

Toros de Luis Algarra.

Emilio de Justo, (azul rey y oro), ovación y palmas

Ginés Marín, (caldera y plata), oreja y oreja.

Pablo Aguado, (azul azafata y oro), ovación tras aviso  y oreja.

Ginés Marín salió a hombros.

[Queda prohibida terminantemente la reproducción de las imágenes sin la autorización expresa del autor]

viernes, 8 de septiembre de 2023

CEHEGIN. Previa. La última página en los ruedos en la vida de El Rubio


Nos hacemos viejos. Se me viene el mundo encima, cuando pienso que este sábado va a hacer el último paseíllo de su vida, un torero al que vi dar sus primeros pasos allá por el año 1999, cuando no era más que un chavalín y se anunciaba como "El Rubio de Caravaca".

Ahora, Antonio José López es un hombre de provecho, un padre de familia, funcionario de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y con las ilusiones toreras que siguen golpeándole con fuerza entre las sienes.

Porque, si no fuera así, cómo narices creen Ustedes que una persona, en su sano juicio, pensaría en prepararse concienzudamente y mentalizarse para enfrentarse a dos auténticos torazos -la corrida de Lagunajanda no es ninguna broma- por escribir esa última página de su trayectoria en los ruedos.

Dentro de unos días, el 14 de septiembre, se cumplirán 20 años desde que César Rincón y Pepín Liria le invistieran matador de toros. No ha ejercido la profesión en los ruedos durante estas últimas veinte temporadas, porque supo elegir cuando la bifurcación en el camino le indicaba el camino razonable de una vida como buen aficionado a los toros, en lugar de haber escogido, la del camino sin salida en el que se podía haber visto de haber continuado intentando la aventura.

Él sabe bien todos los secretos de la profesión. Conoce el sabor de los éxitos. También, el de la sangre. El del esfuerzo. Los sinsabores de llamar para "pedir" y que no te cojan el teléfono. Maldita sea, ¡es tan complicada la profesión y la vida de un torero!

No quería que llegara el día, sin haberle escrito al Rubio estas cuatro palabras, tan imperfectas como llenas de sentimiento, en el momento de su adiós a los ruedos.

Mucha suerte y larga vida, torero.