sábado, 23 de noviembre de 2019

Una medalla de oro para un torero de oro

Pepín Jiménez recogió anoche en Lorca la Medalla de Oro de la ciudad. Bien le podían haber entregado las llaves de la Ciudad del Sol, porque Pepín, el gran Pepín, sin dárselas de nada -no lo necesita- sigue siendo un coloso, un genio, lo que ahora se dice un auténtico crack.

Pepín es una institución dentro y fuera de los ruedos, donde se le sigue echando mucho de menos después de dieciséis años sin vestir el traje de luces. Cómo sería el toreo que Pepín interpretaba, con qué fuerza y con qué desgarro nos pellizcaba el alma.

Todos lo que le queremos, todos los que le admiramos, todos los que le veneramos nos sentimos orgullosísimos del homenaje que le tributaron con todo merecimiento sus paisanos.

Anoche la entrega de la Medalla fue a manos de un lorquino de pro, de un torero de Oro.

Enhorabuena, matador.

P.d.- Todo esto cobra más valor si cabe cuando la decisión de la entrega tuvo unanimidad por parte de todos los distintos grupos políticos que conforman la corporación local. Todos, los de derechas y los de izquierdas. Y además con el apoyo de los distintos colectivos de la sociedad lorquina. Todos a una.

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