Por sus manos pasaron hierros de tanto prestigio como los de Jandilla y Zalduendo. Fue precisamente con el hierro de la "Z" con el que consiguió un hito en nuestra plaza de toros de Murcia, donde vio como le eran indultados dos toros consecutivos la tarde del 11 de septiembre de 2006. A "Desordenado" y a "Insípido" les personaron la vida Enrique Ponce y Pepín Liria el día de autos.
Recuerdo perfectamente una conversación que tuve con el instantes antes de que saliera a hombros por la puerta grande de La Condomina junto a la terna que completaba Manuel Jesús "El Cid", después de tan memorable tarde de toros. Le pregunté si criaba sus toros para los toreros artistas y raudo me dijo que él "criaba sus toros para los toreros y machos".
En 2014 había vendido la ganadería al mexicano Alberto Bailleres, y siguió presenciando toros como aficionado y sin compromisos profesionales.
Deja una larga estela de gente que le admiramos, y tiñe de pena a la familia Domecq y a una inmensa mayoría de la cabaña brava española. Descanse en paz, Fernando Domecq Solís.
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