sábado, 7 de mayo de 2022

SEVILLA Dos orejones de mucho peso para Morante de un sobrero de Garcigrande

Foto: Arjona / Pagés

Qué calado habrá tenido la faena de Morante de la Puebla para que le hayan concedido las dos orejas en Sevilla. Es de sobra conocido que cuando le corresponden dos le dan una; cuando le corresponde una, no se la dan; y cuando es de rabo, le dan solo dos.

Pues hoy, ha paseado dos, ya piensen ustedes lo que les apetezca.

En la corrida de Torrestrella, el único toro que embistió -con carbón, pero embistió- fue el sobrero de Garcigrande.

Se tropezó con un torero en plenitud, con la mente muy fresca y sobrado de bragueta. Lleva nada menos que 25 temporadas a sus espaldas y se llama Morante de la Puebla.

Le apretó y le consintió Morante en grandes dosis para extraer lo mejor que encerraba en su barriga llena de tigres y panteras el sobrero de Garcigrande.

Muletazos de fuego y sangre los que consiguió un Morante crecido, encendido, brillante, capaz, valiente, anclado a tierra, enfibrado, rotundo, poderoso, que bordó el toreo en una faena vivida con el clamor de los grandes acontecimientos.

Lo cuajó al natural, en redondo, con muletazos encadenados sin dejar pensar al encastado toro al que mató de una estocada casi entera, y el presidente le concedió las dos orejas en dos tiempos. Todavía no se sabe bien por qué razón no sacó los dos pañuelos del tirón, ni por qué sondeó si había suficientes pañuelos en los tendidos para conceder la segunda oreja, que es potestad suya, no depende de petición alguna. Mal de nuevo en ese gesto el Señor Luque, que empezó su carrera presidencial con gran acierto y está degenerando a medida que acumula más horas de vuelo en el palco.

A todo esto, Morante había abreviado con su primero, pero se enredó con los aceros y hasta sonó un aviso.

Juli estuvo técnicamente sobresaliente. Gracias a lo cual amarró momentos lucidos con el burraco que hizo primero de su lote, que tenía un defecto en la vista. Bien Juli. Con el otro no tuvo opción de triunfo, a pesar de haberlo brindado a Don Álvaro Domecq, que ve como la ganadería que heredó se desdibuja temporada a temporada.

El toro de la alternativa de Manuel Perera fue absolutamente indeseable. Se metía por el izquierdo, a punto estuvo de cogerlo varias veces con capote y muleta. Y no tenía recorrido por el derecho. Tiró de actitud, pero realmente no pudo anotar nada reseñable. El sexto sí tuvo hasta un momento de embestir pastueño y templado, al menos así se mostró en el capote del lidiador. Perera, fue un manojo de nervios, y de tantas ganas que puso no terminó de aprovechar las bondades del de Torrestrella. Podría haber cortado una oreja, pero el puntillero se lo impidió.

Una tarde más, la gente salió toreando de la plaza, después de presenciar el cuarto faenón de la temporada de Morante en Sevilla. Y al que le pique, que se rasque.

FICHA

SEVILLA. Sábado, 7 de mayo de 2022

Cinco toros de Torrestrella, que no terminaron de romper; y un sobrero de Garcigrande (4º), con el que Morante hizo lo mejor de la tarde. 

Morante de la Puebla (verde eléctrico y azabache, con chaleco rojo y oro): Silencio tras aviso y dos orejas tras aviso.

El Juli (tabaco claro y oro): Ovación tras petición y ovación. 

Manuel Perera (purísima y oro), que tomó la alternativa: Ovación y vuelta tras aviso.

Lleno de no hay billetes.

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