La ganadería yeclana de Nazario Ibáñez ha emprendido una iniciativa de difusión y defensa de la presencia de los niños en los toros.
Se basa en dos imágenes captadas en su finca de Las Moratillas, que hablan por sí solas de los efectos tan "nocivos" de la Tauromaquia en los niños. (Dicho sea con toda la ironía del mundo).
Está comprobado que crecen en un entorno donde se respetan valores tan fundamentales como el respeto al prójimo, el esfuerzo y el sacrificio, el espíritu de superación, la solidaridad y el compañerismo...
El respeto a la naturaleza y a los animales, el amor por un animal tan bello y misterioso como es el toro de lidia...
Estaría bien que algunos de nuestros dirigentes aprendieran algo de estos niños. Aunque es difícil, porque seguramente sus padres jamás les inculcaron los valores de la Tauromaquia y así han salido.
Una imagen vale más que mil palabras, y dos valen más que dos mil. De ahí el efecto multiplicador con que debemos animar iniciativas como esta que está difundiendo el ganadero Jorge Ibáñez.
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