Muy mentalizado y en forma, el calasparreño aprovechó las mejores embestidas del de Buenavista, que fueron muy pocas. Se estiró con decisión a la verónica y en los muletazos de apertura, en los medios en redondo, consciente de lo poquito que iba a durar.
Duró un minuto, que ya es un récord tras un infame tercio de banderillas en el que hubo pavor, pasadas en falso y mucho desconcierto. Solo Carlos Pacheco tuvo un momento de imponerse.
A partir de ahí el toro se desentendió y tardeaba hasta la desesperación. Insistió Fili con el acierto de no dilatar innecesariamente el trasteo.
En el sexto volvió a mostrar que está muy puesto a lo largo de una faena pulcra, en la que intentó siempre ofrecer la verdad de su concepto. Anotó muletazos aislados de interés sobre ambas manos, ante un toro medio con el que no se llegó a caldear el ambiente por mucho que Fili apretara en un final de faena de mayor compromiso.
Pinchó varias veces antes de la estocada y marcha para casa con la cabeza muy alta a la espera de que pronto llegue una nueva oportunidad.
Esaú y Mario Sotos completaban la terna.
Ossa de Montiel. Toros se Buenavista, el 3° devuelto -se corrió turno y el sobrero se lidió en sexto turno-.
Esaú Fernández (oreja y dos orejas).
Filiberto (ovación y palmas).
Mario Sotos (oreja y palmas).
(Foto cortesía de Jorge Alvarado)
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