Seiscientos veintidós días después de que Rafaelillo volviera a nacer en Pamplona, el próximo 27 de marzo tiene fechado su regreso a los ruedos.
Todos recordamos la incertidumbre con que vivimos las angustiosas primeras horas, cuando no se sabía bien el alcance de la cogida, aunque se sobrentendía que algo muy serio estaba sucediendo en la enfermería de la plaza.
Recibimos la noticia de aquel estremecedor parte médico como algo muy positivo, que lo era. Se había salvado al hombre cuando lo razonable, por las múltiples fracturas en una zona tan vital como la caja torácica, era que las noticias no hubieran sido tan positivas.
Gracias a Dios hablábamos del acierto del equipo médico, del milagro que se había producido, y de que Rafaelillo estaba vivo. Y eso era lo importante. El hombre iba a salvarse, ya veríamos qué sucedía con el torero.
Por mucho que a más de uno -lo declaro públicamente- nos hubiera gustado que tomara la decisión de no seguir toreando, en el primer cruce de miradas que tuve con el en la habitación del Hospital San Carlos tuve conciencia de que Rafaelillo iba a volver a torear.
La recuperación no ha sido fácil, pero se ha puesto a puntísimo. La pandemia impidió el regreso en tiempo récord que se debía haber consumado en abril del año pasado en Arlés. Y ahora, con once meses más de tregua y un magnífico rodaje en el campo, ya está todo listo y preparado para que el gran Rafael vuelva a los ruedos para darnos una lección de la superación del ser humano.
Ojalá el destino le tenga guardado solo cosas buenas. A pesar del pedazo de tributo de sangre que ha pagado a la Fiesta, la Fiesta no le va a agradecer ni un ápice. Al contrario. ¿Quieres volver a torear? Pues aquí tienes Victorinos y Miuras. Y tampoco todos los que quieras porque por ejemplo en Sevilla le han dejado fuera de los carteles demostrando ante todo una enorme falta de sensibilidad y respeto hacia quien debía haber vuelto a La Maestranza hace ya tiempo, por méritos propios.
Eso no es lo importante ahora. Ahora lo importante es que Rafael va a volver a vestirse de torero, que va a poder continuar su sueño, que ha superado una prueba de extrema dureza que le ha dejado secuelas de por vida, y que el próximo día 27 habrá que tocarle las palmas en señal de eterno respeto. Y yo le lanzo mi sombrero a sus pies 622 días después.
¡Enhorabuena, torerazo!
P. D. - El cartel de la reaparición de va a presentar oficialmente a finales de esta semana. Sábado 27 de marzo de 2021. Plaza de toros de Jaén. Toros de Victorino Martín para Rafaelillo, Rubén Pinar y Alberto Lamelas.
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