domingo, 10 de marzo de 2019

Una fuerza de la naturaleza...

Contra todo pronóstico, después de ser ninguneado, ultrajado, vilipendiado,... y todos los adjetivos descriptivos de un atentado "antitaurino" de considerables dimensiones, hay un hombre en Cehegín que sigue queriendo ser torero.

Qué palabra esa de ser torero. Ser torero es algo muy grande. Algo que sólo está al alcance de muy pocos. Pero menos todavía son los que graban a fuego al lado de su nombre la leyenda de figura del toreo.

Nadie sabe si Antonio Puerta llegará o no a ser figura del toreo. Puede que ni Dios ni el Demonio lo sepan. O tal vez sí. Y por eso está sucediendo todo lo que está sucediendo.

La verdad es que quizàs ha podido ser un poco desastre fuera del ruedo. Nadie es perfecto. Y el que lo sea que tire la primera piedra. Pero lo que ha hecho delante del toro, en ese círculo mágico donde los hombres se juegan la vida de verdad, merece todos los respetos y si cabe un plus más. 

Ayer estuvo tentando fuertes y bien comidas eralas santacolomeñas de lo que antiguamente era de Joaquín Buendía, que ahora se lidian bajo la marca del hierro de Rehuelga, y la prueba de que está atravesando un excelente momento son estos testimonios gráficos para deleite de sus partidarios y para horror de sus detractores.

Sobrevivir en esas circunstancias solo lo hace una auténtica fuerza de la Naturaleza.

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