domingo, 17 de marzo de 2019

Llegó el día del debut con picadores de Cristóbal Ramos "Parrita"

Llegó el día soñado para cualquier aspirante. Llegó el día soñado también para el padre del torero, que fue cocinero antes que fraile.

Aquel chinorri que se anunciara cuando todavia era solo una ilusión y no levantaba una cuarta del suelo, se ha hecho hombre.

Cristóbal Ramos "Parrita" ha crecido como persona y también como torero. Le curtíó mucho la experiencia de marchar a vivir a Madrid para seguir formándose en la escuela de la Fundación El Juli.

Todas esas vivencias las lleva dentro, lo mismo que el cante gitano que corre por sus venas, y esa fragua de oro en paño que guardan las muñecas de seda de su padre Manuel.

Su alianza profesional con Antonio Mondejar le ha dado el impulso que necesitaba para soltar definitivamente ese sentimiento que llevaba dentro. Antonio ha sabido tocarle las teclas en el toreo de salón, ha tenido los contactos para rodarlo en  el silencio del campo y en un buen puñado de festejos.

El joven torero ha cogido confianza. Se ha soltado. Ha sido capaz de sobreponerse al miedo que da la sangre cuando mana despues de una fuerte voltereta que dio en la diana.

Este sábado en Roldán sonará el clarín para él. Se abrirá el portón de los sustos, saldrá el toro y solo Dios sabe lo que le deparará el destino.

Al día siguiente, al mes siguiente, tal vez en el mes de junio, tiene un compromiso definitivo. Vuelve a Sevilla, y eso para un torero es una inyección de moral si de verdad quiere funcionar en los grandes escenarios del toreo.

Pero por qué pensar en el mañana pudiendo disfrutar el presente. Con caballos solo se debuta una vez en la vida, aunque sea en un pequeño pueblo, en una plaza portátil y con un cartel que es un popurri.

Llegó el dia del debut para Cristóbal. Suerte, toda la del mundo.

(Foto: Adrián Casado)

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