viernes, 22 de marzo de 2019

La rodilla catastrófica de Ponce 16 años después de la de nuestro Pepín Jiménez

Fue el 22 de marzo de 2003 una desgraciada tarde de toros en la centenaria plaza de Aranjuez, donde un toro de Fernando Peña arrolló al lorquino Pepin Jiménez y en la fortuito caída se llevó por delante los ligamentos del genial artista lorquino.

Una triada de similares características que la sufrida el pasado lunes por Enrique Ponce en Valencia.

El propio Pepin Jiménez me confiesa que la caída de ambos fue "calcada".

Se cumplen hoy exactamente 16 años del grave percance que segó las ilusiones del veterano Pepín, que al lado de su flamante apoderado, Víctor López Caparrós, había vuelto a encender la mecha de su tauromaquia con un puñado de festejos y tentaderos continuados, que le habían dado sitio y confianza delante de los toros.

Hoy el doctor Ángel Villamor, el traumatólogo encargado de operar durante más de cuatro horas a Enrique Ponce, ha asegurado que la lesión que padece se califica en medicina como ‘rodilla catastrófica’ por la cantidad de daños que hay en la articulación.

Además del ligamento cruzado anterior, que ya tenía roto por un percance en el campo que se produjo a finales del 2018, también tiene roto el ‘ligamento lateral interno, los dos meniscos y la mitad de la meseta tibial, que, además, estaba hundida en dos centímetros’.

‘Se ha hecho un destrozo importante, una lesión de alto impacto que recuerda mucho a las que se puede producir en un accidente en pilotos de motociclismo o en profesionales del esquí, pero la intervención ha salido muy bien, él está animado, hoy mismo va a comenzar con la fisioterapia y con el tiempo va a quedar perfecto’, ha declarado el doctor Villamor.

Aún así ve ‘muy difícil’ que Ponce pueda torear en la Feria de San Isidro, aunque tampoco cierra la puerta al cien por cien, pues ‘con los toreros puede pasar cualquier cosa’. ‘Pero por la experiencia que tenemos en deportistas hasta 5 o 6 meses después el ligamento cruzado anterior no está maduro, del resto de lesiones puede estar antes: 2 o 3 meses… Enrique ya me ha sorprendido en otras ocasiones’.

'Es la discusión que ahora mantengo con él, es verdad que si todo fuera a la perfección y con los factores de crecimiento que le hemos aportado en dos meses podría estar consolidada la fractura y los meniscos estarían también estables, pero el problema viene con el cruzado, que es una lesión que necesita de al menos cinco o seis meses para que esté maduro y no dé de sí ante cualquier esfuerzo’, señala.

‘Lo veo muy difícil, pero no imposible, ya digo que si todo va bien y no hay ninguna complicación en dos meses podría encontrarse magnífico y a lo mejor podría torear bajo su responsabilidad, pero mi consejo es que se cure bien y no haga esfuerzos sobrehumanos, porque no es lo mismo la rodilla de un chico de 20 años a una de un hombre de 47… Pero ya veremos qué pasa’.

Ojalá haya suerte y el maestro valenciano se recupere, aunque sea en un año, para seguir dando tardes de gloria.

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