domingo, 10 de septiembre de 2023

MURCIA. 1ª de Feria. Exquisiteces de la terna, con buena rúbrica para Ginés Marín

Emilio de Justo, al natural. Foto: Manolo Guillén

Como no funcionaron las espadas, habrá que contarlo, porque entre Emilio de Justo, Ginés Marín -que sustituía a Cayetano Rivera Ordóñez- y Pablo Aguado le habrían cortado a la corrida de Luis Algarra seis o siete orejas.

Así las cosas, Ginés Marín abrió la primera puerta grande de la Feria de Murcia por una actuación rematada con sendas medias estocadas al primer intento; en el segundo de su lote, necesitada además de un descabello.

Destacó por su ambición ante el quinto, donde pisó el acelerador para cortarle una oreja a un toro medio, con su puntito de genio, ante el que había que apostar.

Ginés Marín, en su espectacular arranque de faena. Foto: Manolo Guillén

Pero, donde lució de verdad fue toreando por verónicas a su primero, que se apocó en demasía en el último tercio. Aún así mantuvo el interés durante una faena en la que siempre intentó prolongar los muletazos, consintiéndole mucho y sin dejar de torear para el público también.

Otro que toreó muy bien con la capa fue Pablo Aguado, que realizó dos faenas plagadas de exquisiteces. Lástima que el toro, que tenía buena condición, adoleciera de fuerzas.

Con el sexto bis, volvió a esparcir la sutileza y el aroma de su sevillanía. Se le pidió la segunda oreja, tras una buena estocada. Había perdido la del tercero por fallar reiteradamente con los aceros.

Una antología de bellísimos muletazos firmó Emilio de Justo ante el noble primero. Le molestó el viento, pero la torería y el sabor de la tauromaquia del extremeño sobresalió en una faena -valga la redundancia- sobresaliente. Remató mal con la espada. Fatal. Pero lo realizado con la muleta, sobre ambas manos, y, especialmente, con la mano izquierda, deja poso en la memoria del aficionado.

No pudo resarcirse de trofeos en el cuarto, que debió dañarse en el segundo tercio y había sido absolutamente nulo para el lucimiento.

Por la puerta grande, marchaba en solitario Ginés Marín; pero salíamos de la plaza paladeando el toreo de exquisiteces y, además, la buena tarde de toreo de capa que dieron los tres integrantes de la terna.

Pablo Aguado, a la verónica. Foto: Manolo Guillén

FICHA:

Murcia, 10 de septiembre.

Primera de feria. Menos de media entrada.

Toros de Luis Algarra.

Emilio de Justo, (azul rey y oro), ovación y palmas

Ginés Marín, (caldera y plata), oreja y oreja.

Pablo Aguado, (azul azafata y oro), ovación tras aviso  y oreja.

Ginés Marín salió a hombros.

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