Hoy hemos conocido el comunicado de prensa más escueto, quizás, de la historia del toreo.
Lo ha emitido el gabinete de prensa de Paco Ureña para sencilla y llanamente informar que "Paco Ureña y José María Garzón dan por finalizada su relación profesional".
Hagan la cuenta. Doce palabras. Sólo doce palabras que dicen mucho.
Esas doce palabras dicen sin decirlo que a Paco Ureña le ha tocado en la yema de las mismísimas pilas del traje de luces el hecho de que su hasta hoy apoderado le haya dejado fuera del cartel del 140 aniversario de la plaza del Puerto de Santa María, donde se anuncian Ponce, Morante y Aguado con toros de Juan Pedro.
Y dice del carácter del lorquino a quien no le ha temblado el pulso para decidir la ruptura al instante. Tenga o no otras puertas abiertas para contar con un apoderado que esté a la altura del triunfador indiscutible de la temporada pasada, en la que se consagró como figura máxima abriendo por fin la puerta grande de Las Ventas y cortando ¡cuatro orejas! en una tarde histórica en Bilbao.
¿Se imaginan un año sabático para Ureña, con qué fuerza y qué tirón tan brutal podría regresar a las ferias de 2021? Ojalá esta reflexión quede en menos que una anécdota, y que Ureña pueda demostrar pronto en el ruedo lo que es por derecho propio: una auténtica figura del toreo.
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