Rodeado de dos históricos. A la izquierda Blas Cano Paredes y a la derecha "Charles". (Foto: Paco Sastre) |
Es el maestro Miguel Massotti, otro auténtico monstruo al que no se le escapa una, quien levanta la liebre de la noticia y la comparte, generoso como siempre, vía WhatsApp.
Ay si hombres como Blas Cano hubieran tenido estos medios actuales a su alcance en su época en activo lo que habrían podido lograr para información taurina. Sobre todo sabiendo lo que fueron capaces de hacer con los medios de entonces.
A Blas Cano le tocó vivir su pasión por la información taurina y por el toreo cuando las carreteras no eran como las de ahora. y lo mismo aparecía en cosos de Albacete como de Alicante, como por supuesto de la Región de Murcia, en unos tiempos en los que proliferaban los festejos.
Y dictar la crónica por desde la cabina o desde el telefonillo de un bar. Y después a la radio, para contar lo sucedido con ese especial fondo de buena gente que siempre tuvo, quitándole hierro a lo malo y sacando a la luz lo verdaderamente positivo que había para ser contado.
Le conocí cuando escribía sus últimos trabajos para la revista El Mundo de los Toros, la mañana (para mí inolvidable) en que me puse delante de una becerrita por primera vez en mi vida en la finca del rejoneador Basilio Mateo, al lado de Orihuela. Suyas son las primeras fotos que me hicieron toreando y que conservo como oro en paño. Y sobre todo una fantástica de aquella mañana con el grupo de compañeros de la Escuela Taurina y con los maestros que nos dirigían: el Niño de Caravaca y Domingo España.
Precisamente la amistad de Blas con Domingo le llevó a escribir una de las más entrañables biografías que se le puedan haber escrito a un torero: "Domingo España, siempre torero", en la que si Domingo se abrió en cuerpo y alma, Blas lo supo plasmar a la perfección, dándole forma y fondo a un documento que es una auténtica joya, donde se cuenta la vida y andanzas de un grandioso torero que no llegó a tomar la alternativa pero que tuvo un ambientazo gracias a una forma de interpretar el toreo con una clase y categoria descomunales.
Siento nostalgia de tiempos pasados, que no hacen más que comprobar que el tiempo pasa y no vuelve. Ni mejor, ni peor. Diferente. Pero ya no vuelve. Y queda el poso del trato con gentes tan buenas, tan sencillas y tan grandes como estas personas que he citado en este pequeño homenaje de recuerdos para el gran Blas Cano Paredes.
No saben cuánto me enorgullece que el día de la presentación del libro "Toros en La Condomina", en la feria de 2012, estuvieran arropándome y dándome su cariño Blas, el fotógrafo Federico Zapata "Charles" -ambos en la foto que me cede mi querido Paquico Sastre-, el propio Domingo, el gran Pepe Castillo,... entre otros muchos amigos, porque sin la ayuda de ellos no habría sido posible que aquella aventura viera la luz.
Gracias Blas por tu amistad y por tu generosidad, por abrirme las puertas de tu casa y enseñarme esos cajones donde dónde se guarda el testimonio de una etapa irrepetible para la Historia de la Tauromaquia en Murcia.
Dios te tenga en su gloria. Te lo mereces.
P.d.- El funeral será esta tarde de domingo 12 de julio a las 5 y media de la tarde en el tanatorio Atalayas de Murcia
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