Sin duda se trata de una obra de arte para conservar, una joya para coleccionistas, porque el pincel y la arquitectura sobre madera con la que De Maya ha creado esta representación del toro bravo y fiero en su máxima expresión, no hace más que elevar a la categoría de arte con mayúsculas lo que va a pasar en el ruedo del centenario coso ceheginero en la mañana del 22.
Aquí les dejo una muestra, pero vayan encargándolas y reservándose la agenda porque está es una de las muchas sorpresas que Antonio Puerta está preparando para esa jornada en la que va a ofrecer una exhibición ante los niños del taller de tauromaquia que está desarrollando durante todo el mes en Cehegín, y ante todo aquel que quiera presenciar de forma totalmente gratuita un evento concebido con un sabor especial.
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