Estuvo formidable en dos tercios de banderillas que prometían no ser nada fáciles por la mansedumbre y querencias que manifestaron tanto los dos de su lote como los restantes del Puerto de San Lorenzo.
Además tuvo el detalle de hacer el debut anunciándose en Calasparra, donde salen generalmente novillos con mucho cuajo.
El del debut era un toro con todas las letras, como lo fueron otros dos más de un encierro ofensivo por delante.
No sé arrugó el alicantino, ni volvió la cara a pesar de su bisoñez y de manejar las telas sobre unos parámetros todavía rudimentarios.
A base de sobar mucho y tener fe en su primero logró arañar algunos pasajes que además de mérito tenían brillantez.
Y con el sexto tampoco se desesperó ni tiró la toalla aunque allí había muy poco que rascar.
Me gustó el valor seco y la evolución de Diego San Román, frente a un lote con mucho que torear; y los aires de torería de Alejandro Mora, que salió con la taleguilla destrozada al cobrar la estocada sin puntilla a su primero.
No se cortó ni una oreja, no se dio ni una vuelta al ruedo, la novillada fue una auténtica mandada, y duró cerca de tres horas, pero se vieron cosas aisladas de interés. Cómo un soberbio puyazo de José María Tafalla "Remache", hijo, al sexto, de rotunda pureza y sabor añejo. ¡Cómo los que daba su padre! ¡Sí señor!
MARTES 3 SEPTIEMBRE 2019
1ª de la feria.
Media entrada.
6 UTREROS DE PUERTO DE SAN LORENZO, tres con cuajo de toro y tres menores, todos con cara; mansos y con querencia a tablas.
DIEGO SAN ROMAN (malva y oro): Ovación y silencio tras aviso.
ALEJANDRO MORA, que sustituía a Borja Collado, (barquillo y oro): Ovación y ovación tras aviso.
SANTIAGO ESPLÁ (purísima y oro), que debutaba con picadores: Ovación y silencio.
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