En la antigua plaza de Cartagena, Mondeño y un servidor de ustedes. Corría el mes de noviembre de 2002. |
Según informa el diario ABC de Sevilla y Cuadernos de Tauromaquia, ha muerto en una residencia de Sanlúcar la Mayor el matador de toros Juan García 'Mondeño', a los 88 años de edad.
Fue una máxima figura en una época plagada de grandiosas figuras para la Historia del Toreo.
Aunque, popularmente, se le recuerda por la anecdótica circunstancia de haber dejado los ruedos para hacerse fraile, en nuestra tierra tuvo un ambientazo.
Tanto como para que en Cartagena marcará una época con los festivales taurinos a beneficio de la Casa Cuna, que él mismo promovía, comprometiendo la participación de las máximas figuras de una época irrepetible.
Todas acudieron a su llamada y, así la afición cartagenera tuvo ocasión de ver actuar, siempre a final de temporada, a Antonio Bienvenida, Antonio Ordóñez, Julio Aparicio, Litri, Paco Camino, Jaime Ostos, Manolo Vázquez, Juan Posada, Joaquín Bernadó, Curro Romero, Rafael de Paula, Ángel Teruel, entre muchos otros.También se daba variedad al festejo con la inclusión de algún rejoneador como Álvaro Domecq o Fermín Bohórquez y también dio la ocasión de actuar a novilleros murcianos como Juanito Muñoz, Ramón Sánchez o el cartagenero Rafael Jiménez Marquéz.
Esa etapa transcurrió entre el 12 de octubre de 1960 en que se celebró el primero de estos festivales y el 3 de noviembre de 1968, en que concluyó una época maravillosa, con nueve llenazos hasta la bandera en el viejo coso de la calle del Ángel que un triste día fue clausurado para los restos.
Cuando dejó los toros marchó a vivir a París. Allí dio con el Paco Vera, presidente del Foro Taurino de Cartagena, que consiguió que Mondeño volviera a Cartagena en noviembre del año 2002 con motivo del Congreso Regional de Tauromaquia en el que se produjo un mágico reencuentro de la tríada de ases que, junto al gaditano, integraban Paco Camino y Diego Puerta.
Precisamente en el festival que abrochaba aquellas jornadas se vistió de corto Mondeño y dio los que probablemente fueron los últimos pases de su vida torera, cuando el maestro Ortega Cano -que participaba en el festejo- le cedió los trastos y dibujó unos breves pespuntes de lo que fue su vertical concepto del toreo.
Mi inquietud me llevó a preguntarle de donde le venía el apodo. A lo que me argumentó que, aunque había nacido en Puerto Real, su familia eran de Monda, un pequeño pueblecito de la provincia de Cádiz, de donde tomó el gentilicio de Mondeño para anunciarse en los carteles.
El Hogar de Infancia de la Casa Cuna, situada en la Avenida de los Toreros, así llamada porque junto a Juan acudían todas las figuras a visitar a las monjitas y niños residentes, le debe un homenaje a su memoria. O, al menos, rezarle un padre nuestro. Y recordarle a las nuevas generaciones la categoría de la obra que consiguió el toreo para la ciudad.
Con su fallecimiento se marcha uno de los nombres imborrables de una grandiosa época del toreo. Y, sobre todo, un hombre bueno. Descanse en Paz.
En el año 1961 Mondeño. actuó por única vez en Abarán con Jaime Ositos y. Paco Camino toros de Muribe
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