Es cierto que le faltó espada en 2022 para haberse consagrado con una campaña para enmarcar.
Pero no es menos cierto que no estamos para dejarse ir novilleros. No porque no haya (novilleros), que cuantitativamente hay muchos.
Lo digo porque cualitativamente, novilleros con cualidades para ser figura del torero se pueden contar con los dedos de una mano y sobran tres o cuatro dedos.
Lo de Jorge es otro nivel. Lo primero es que tiene un valor muy puro y muy seco. Muy de verdad.
Y después lo complementa con una cabeza prodigiosa, que pone todo ese enorme valor al servicio del toreo.
Perdón, me quería referir al TOREO con mayúsculas.
Caen en mis manos los carteles "no oficiales" de Valdemorillo, con la afición madrileña rendida ante Jorge en la pasada Feria de Otoño ¿y le dejan fuera?
Señores empresarios y mandamases del toreo, ¿a qué narices están jugando?
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