Ha llegado su hora. Victor Acebo va a debutar con picadores este sábado en la novillada de murcianos de Roldán.
Aquel juego de niños con el que empezó a dar forma a sus sueños como aficionado, de casta le viene al galgo, se va a tornar en algo mucho más serio y difícil.
Acebo se nos hace mayor y a partir de mañana se convertirá en novillero con picadores. Palabras mayores.
En su entorno geográfico solo alcanzaron ese estatus Miguel Sánchez "El Balsiqueño" y José David Lorente. Pero, sin desmerecer a nadie, la empresa que ha iniciado Acebo se antoja mucho mayor.
Por condiciones naturales, por el crecimiento que ha venido consolidando durante su etapa en las escuelas de Murcia y después Almería, y por su innata torería está obligado a que este paso que ahora va a dar no sea más que un escalón más hacia su doctorado en tauromaquia. Que a buen seguro y si sigue en su empeño algún día, no tengan prisa con él, lo conseguirá.
Ojalá si en alguna ocasión se le frenan los ímpetus toreros nunca deje de ser aficionado. El camino que ahora emprende es duro e intrincado. Tiene la fortuna de contar con el aliento de sus paisanos, del Club Taurino, y de un hombre como Pedro García, su apoderado. Entre todos, lo único que van a hacer es auparle en su ánimo y moral para tratar de lograrlo.
Pero que no olvide jamás Víctor que quien se pone delante del toro y quién se juega los muslos será él y solo él. La responsabilidad y el riesgo los asume él consigo mismo. Y con la madurez de la que hace gala en el ruedo y fuera del mismo, y con su máximo compromiso, seguro que lo va a conseguirr.
Ojalá el destino le depare toda clase de éxitos. Igual se lo deseo a quienes mañana van a ser sus compañeros de terna. Pero este post se lo debía a mi admirado Acebo, a quien un día vimos ponerse por primera vez delante de una becerrita justo cuando nacía el Club pachequero, y todos supimos que su camino en los ruedos sería largo y fructífero.
Te deseo lo mejor. Mucha suerte.
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