Lo que se dice una auténtica putada. Pues eso es lo que le ha ocurrido al matador Filiberto Martínez.
Cuajar un faenón a un toro de premio y, en una fortuita voltereta al entrar a matar, producirse una grave lesión de futbolista.
El percance ocurrió el pasado 30 de julio, en la plaza portátil instalada en Calasparra frente a un toro de Espartaco -el toro que se llevó todos los premios del concurso -.
La odisea que atraviesa el cuerpo y la mente de Filiberto desde aquel momento ya se la pueden figurar.
Lo primero que hizo, tras ser auscultado en la enfermería, fue echar para adelante la tarde y lidiar y dar muerte a su segundo toro.
Lo segundo, visitas al médico, masajes del fisio, resonancias... Hasta que hoy, se acaba de confirmar lo que él ya se temía: la rotura del ligamento cruzado de la rodilla.
Así no puede realizar ninguna actividad que le obligue a rotar la rodilla, porque carece de estabilidad y le sería imposible ponerse delante de un toro.
En consecuencia, ha tenido que tomar la decisión de decir adiós a la temporada, porque tendrá que pasar por quirófano obligatoriamente. Y su intención es hacerlo cuanto antes.
Ha actuado en dos corridas de toros este año. Dos corridas que ha saldado con muy buena nota.
Lamentable no tenía más festejos por delante contratados en firme para este 2022, aunque sí tenía algunas cosillas apalabradas en proceso de maduración.
Aún así, las lesiones y las cornadas nunca llegan en buen momento.
Ojalá está pesadilla que está atravesando finalice pronto y pueda volver a la cara del toro para darle muchas tardes de gloria a la Fiesta.
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