La mochila está llena y a punto de desbordarse. ¿De dinero? Noooo. De largas, del venga usted mañana, del insulto del vecino, de aguantar la pintada con tiza en la pared diciéndonos si somos unos salvajes o unos asesinos o unos sádicos o unos malnacidos.
Está claro que no hemos sabido contar la Fiesta. Lo mismo que, a tenor del mensaje que viaja de WhatsApp en WhatsApp, promocionando este encuentro del próximo sábado, donde lo que parece es que se vaya a exigir que se reconozca que la Tauromaquia como Cultura. Cuando eso ya es un hecho claramente reconocido en las leyes.
Pero no. Lo que se pretende es lanzar un mensaje a la sociedad, y a quienes nos gobiernan ya de paso, de que somos un colectivo y como tal exigimos respeto.
Respeto como puedan exigir desde cualquier otro colectivo. A saber. No podemos tolerar que, por ser taurinos. los empleados del matador, o sea los banderilleros y picadores y mozos de espadas, no perciban en tiempo y forma las ayudas que contempla el gobierno para otros ciudadanos que ya los están cobrando perteneciendo a otros sectores análogamente dependientes del Ministerio de Cultura.
No se puede consentir que un individuo escriba en las redes sociales que somos unos asesinos, unos
sádicos o que simplemente somos maltratadores de animales, y que el que blasfema quede impune. ¿Por qué, siendo el toreo es una actividad legal y legítima, además de ética y moral?
No podemos consentir más intolerancia, ni más "bullying". Y de ahí nace la idea de este paseo pacífico, al que yo habría puesto el apellido de "Dia del Orgullo".
Sumémonos todos a una. Cuantos más seamos, mejor. No somos tan pocos si nos movilizamos TODOS. Creo. Y después llámalo paseo si quieres... ¡por la Libertad!
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