Los hermanos Carlos y Eduardo López Abellán destapan mediante un comunicado oficial la inquietante preocupación que les acecha sobre la plaza de toros de Cieza, la joya que cuidó su difunto padre con tanto esmero.
Resulta curioso que La Deseada no haya abierto sus puertas en 2022, como tampoco lo hizo en 2021, ni en 2020. Aunque si bien es cierto que en la temporada que acaba de finalizar se han vuelto a celebrar festejos con absoluta normalidad e incluso ha crecido el número de corridas de toros.y novilladas celebradas en la península por encima de los números alcanzados antes de la pandemia.
Pero, en Cieza, no. Ni el día de la festividad local de San Bartolomé en agosto, ni antes ni después. A pesar de que varios empresarios han mostrado su interés en celebrar allí eventos taurinos.
En mi opinión personal no me inspira nada bueno que se emita este comunicado y, más aún, viniendo de una familia que siempre han sido muy comedidos y han mantenido con sigilo todos sus movimientos en cuanto a los designios del coso familiar.
Ojalá todo quede en una simple anécdota y que en muy breve espacio de tiempo se disipe cualquier género de dudas, y vuelvan los toros a La Deseada, como no puede ser de otra manera.
Así lo habría querido el bueno de don Andrés, que Dios le tenga en su gloria.
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